La evaluación es el proceso por el cual se determina el nivel de consecución de los objetivos inicialmente planteados.

La evaluación de la actividad puede tener cuatro niveles: evaluación de satisfacción, evaluación de aprendizaje, evaluación de la transferencia del aprendizaje a la práctica profesional y evaluación del impacto que la formación tiene en el entorno organizativo y/o social.

Estos cuatro niveles son secuencias o escalones en una cadena causal, es decir, si queremos conseguir cambios en la organización a través de acciones formativas, previamente tendrá que haberse conseguido un cambio de conducta en los destinatarios de dichas acciones, y para que esto ocurra ha debido de producirse aprendizaje en profesionales motivados y predispuestos a recibir formación.

Debe describir los métodos de evaluación que se van a emplear en la actividad (respecto a participantes, profesores, actividades, organización, proceso, etc.), así como el medio o sistema empleado y los requerimientos exigidos para la obtención de los créditos. Es necesaria la coherencia con el resto de elementos del diseño formativo. La propuesta de evaluación, en su conjunto, debe ser coherente con la actividad formativa, adaptando los procedimientos e instrumentos/pruebas a los objetivos que se pretenden conseguir, la modalidad, tipo de formación y destinatarios de la misma.

Siempre que aluda a alguna forma de evaluación, deberá adjuntar los modelos o ejercicios que vaya a utilizar.

 

Es obligatoria la existencia de una evaluación de la satisfacción de los asistentes y  para que sea considerada en la valoración de la actividad se requiere que incluya la evaluación de la organización, metodología, docentes, y utilidad o aplicabilidad de los conocimientos o competencias adquiridos al puesto de trabajo.

 

La evaluación docente (de aprendizaje), trata de medir si los objetivos específicos de aprendizaje se han alcanzado.

Para evaluar objetivos de conocimiento las pruebas pueden ser de preguntas tipo test, preguntas cortas, etc. Para que sean consideradas en la valoración de calidad el número de preguntas ha de ser adecuado a la duración de la actividad y exigir una nota de superación.

Para las pruebas tipo test, si la duración de la actividad está entre 2 y 5 horas lectivas el mínimo es de 10 preguntas. Si su duración es mayor, se añadirá un mínimo de 1 pregunta por hora lectiva adicional. Las preguntas deben tener al menos 4 alternativas de respuesta, no se valoran las preguntas cuya opción de respuesta es verdadero/falso. El porcentaje de aciertos exigido será igual o superior al 70%.

Para evaluar objetivos de habilidades o de integración de competencias las pruebas pueden ser variadas, desde la realización de un procedimiento, un trabajo práctico, hasta la actuación en situación simulada. Para que sean consideradas en la valoración de la calidad se requiere que se adjunte el supuesto o caso propuesto junto con la rúbrica o planilla de evaluación con los ítems a valorar en cada alumno, y que se establezca un requisito de superación o se asegure un informe de feedback individual o grupal.

 

Evaluación de la transferencia y/o impacto.

 

Cuando se plantee la evaluación de transferencia del aprendizaje al puesto de trabajo se debe detallar quien la realiza (la organización donde trabaja el alumno o la entidad proveedora de la formación), que se va a medir (criterio de medida) y el procedimiento establecido para llevar a cabo la medición. En este sentido, el procedimiento debe permitir obtener información válida y fiable sobre la aplicación en el puesto de trabajo, y ésta como mínimo debe incluir la información sobre cómo se hace la medición y cuándo se hace (el resto de variables, quién o quiénes la hacen, frecuencia de la medición, etc., son solo deseables).

Las encuestas de satisfacción o de percepción subjetiva de los propios alumnos no se consideran. Las autoevaluaciones no son suficientes. Se requieren métodos que permitan analizar y registrar conductas observables de los alumnos en el puesto de trabajo. También sirven como evaluación de transferencia la realización de trabajos de investigación u otros productos finales realizados a consecuencia de la formación.

 

En la evaluación de impacto deberá detallar en la solicitud los indicadores seleccionados que permitan comprobar de manera objetiva el cambio producido, el procedimiento y los estándares pre y post actividad.

Es necesario que se describa detalladamente el procedimiento para la evaluación del impacto (como mínimo debe referirse cómo se hace y cuándo se hace), así como la herramienta que se va a emplear, criterios de medida, indicador inicial de partida e indicadores finales, que proporcionarán información sobre los cambios producidos en los contextos profesionales, asistenciales y/u organizativos derivados del desarrollo de la actividad.