Día Mundial de la Tuberculosis 2018 (24 de marzo)

Día Mundial de la Tuberculosis 2018 (24 de marzo)

Día Mundial de la Tuberculosis 2018: "Se buscan líderes para un mundo libre de TB" ("Wanted: Leaders for a TB-free world')

1. Tras 21 años del Programa Gallego de Prevención y Control de la Tuberculosis, la incidencia de la tuberculosis (TB) en Galicia en el año 2016 fue de 20,7 casos por 100.000 habitantes, siendo el objetivo a medio plazo conseguir un descenso del 25 % hacia el 2020 y en el marco de la estrategia Fin a la TB de la OMS. Es destacable como el número global de casos desde 1996 disminuyó un 71,3 %, con un ritmo del -6,0 % por término medio anual.

2. Otros datos relevantes son el bajo porcentaje de casos de TB multirresistente (TB-MDR) que fue del 0,3 % en el 2016, de coinfección TB/VIH (2,8 %) y de TB en personas inmigrantes (6,7 %).

3. La adherencia al tratamiento se evaluó en el 90,5 % de los casos y recibieron tratamiento supervisado el 60 %, lo que refleja unas altas tasas de curación tanto de la TB sensible como de la multirresistente (TB-MDR).

4. En cuanto a la prevención, hay pérdida de oportunidades en la instauración de los tratamientos de la infección tuberculosa (TIT), mientras su tasa de éxito del tratamiento es elevada con un 87,7 %.

Cada año conmemoramos el Día Mundial de la TB el 24 de marzo para concienciar al público sobre las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales y económicas de esta enfermedad e intensificar los esfuerzos para poner fin a la epidemia mundial de TB. La fecha marca el día de 1882 cuando el Dr. Robert Koch anunció que había descubierto la bacteria que causa la TB, que abrió el camino hacia el diagnóstico y cura de esta enfermedad.

A pesar de los progresos significativos de las últimas décadas, la TB sigue siendo la primera causa infecciosa de muerte en el mundo, con más de 4.500 fallecimientos por día. El surgimiento de la TB-MDR (multirresistente) representa una amenaza importante para la salud y puede arriesgar los avances en la lucha contra la TB.

El lema del Día Mundial de la TB 2018 "Se buscan líderes para un mundo libre de TB", se centra en el compromiso de acabar con la TB, no solo a nivel político sino a todos los niveles (comunitario, sociedad civil, trabajadores de la salud, enfermos,ONGS y otros estamentos implicados). Todos podemos ser líderes en la lucha para acabar con la TB desde nuestros propios trabajos o desde la comunidad.

Según informa la OMS, en 2016, 10,4 millones de personas enfermaron de TB y 1,3 millones murieron por esta causa, de ellos 0,4 millones estaban infectados por el VIH. Desarrollaron TB-MDR más de medio millón de casos, de los que sólo el 22 % iniciaron el tratamiento, y los resultados de estos tratamiento siguen siendo subóptimos (sólo el 54 % finalizaron el tratamiento satisfactoriamente), por lo que la TB-MDR podría mantener la propagación de la epidemia.

Si bien cualquier persona puede enfermar de TB, esta afecta sobre todo a las poblaciones más desfavorecidas, como los grupos marginados, inmigrantes en precarias condiciones socio económicas, refugiados, minorías étnicas, etc.

Galicia: características y evolución de la TB en el período 1996-2016

En nuestra comunidad tenemos que seguir avanzando en el control de esta enfermedad, siendo uno de los objetivos del Programa Gallego de Prevención y Control de la Tuberculosis: 2017-2020 conseguir una merma del 25 % de la incidencia de la TB en el 2020 con respeto a las cifras del 2015, para conseguir unas cifras por debajo de 16 casos por 100.000 habitantes, que se consideran ya propias de sociedades en la senda de la eliminación de la enfermedad.

Desde la puesta en marcha del Programa Gallego de Prevención y Control de la Tuberculosis, la incidencia de la TB en nuestra comunidad descendió de manera progresiva y constante. Así, desde el año 1996 hasta el 2016, el número de casos disminuyó un 71,3 % (pasándose de 1.962 casos nuevos en 1996 a 563 en 2016), que se traduce en una incidencia de 20,7 casos por 100.000 habitantes, lo que indica una muy buena evolución del antedicho programa, que partía de 72 casos por 100.000 habitantes en el año 1996. Es salientable como la TB bacilífera, la forma de TB con mayor riesgo de contagio, mantiene un ritmo de descenso de un 7,4 % por término medio anual desde el inicio del Programa, frente al -6,0 % en la TB total. Conviene recordar que las cifras de España no son directamente comparables, pues los sistemas de vigilancia varían mucho entre CC.AA., y pocas tienen en pie una vigilancia tan exhaustiva como la de Galicia.

Aunque cada vez diagnosticamos un menor número de casos de TB, estos son más complicados y con mayores problemas de adherencia al tratamiento, por lo que se trabaja para garantizar que todos los pacientes finalicen correctamente las pautas instauradas, con una estrecha supervisión de los casos más vulnerables y con riesgo de no adherencia; de este modo, cada vez es mayor el número de tratamientos en régimen supervisado (alrededor del 60 % en el año 2016). Los tratamientos supervisados son un objetivo prioritario desde el inicio del Programa, pues sólo constatando la curación de los casos se puede interrumpir la cadena epidemiológica de transmisión de la enfermedad. Esto nos permitió alcanzar porcentajes de curación en la TB sensible del 88,5 % ( año 2015) y en la TB-MDR del 73,8 % (año 2014).

Es destacable también el bajo porcentaje de TB-MDR, que supuso un 0,3 %, muy inferior al promedio que recoge la OMS. En este último año no se registró ningún caso de TB extremadamente resistente (TB-XDR). La TB-MDR y XDR son casos de mayor gravedad, con una más alta mortalidad y en los que no son eficaces los tratamientos habituales, requiriendo la administración de un número elevado de fármacos, de más difícil manejo, con más efectos secundarios y durante un tiempo mucho más prolongado (hasta 24 meses).

En la estrategia de prevención también conseguimos buenos resultados, con un 94,5 % de estudios de contactos realizados en los casos de TB bacilífera, y un 87,7 % de cumplimentación correcta de los tratamientos de la infección tuberculosa prescritos. No obstante debería optimizarse la indicación de TIT en los contactos infectados (55,9 %).

Los buenos resultados se consiguieron gracias a un programa de TB bien estructurado, con un sistema epidemiológico de vigilancia específico para la TB, y al trabajo y esfuerzo de coordinación de los profesionales de la sanidad gallega, en especial de los equipos de las siete unidades de TB (UTB) de Galicia (integradas por personal médico, de enfermería y de trabajo social), de los microbiólogos y del Laboratorio de Referencia de Micobacterias de Galicia.

Todo esto hace posible que el Programa Gallego de TB sea hoy no sólo una referencia en el desenrollo del futuro Programa Nacional de TB, sino que participemos activamente en el mismo.

Tuberculosis: la importancia del diagnóstico precoz

Cualquier persona puede contraer la TB y los esfuerzos actuales deben ir encaminados a realizar el diagnóstico más precoz posible, iniciar el tratamiento correcto y estudiar a todos los contactos de un caso de TB contagiosa, para detectar si ya están infectados y, en este caso, valorar la instauración de un tratamiento preventivo (que evitará que se desarrolle la enfermedad tuberculosa en un futuro).

La Dirección General de Salud Pública considera importante recordar la diferencia entre infección y enfermedad tuberculosa, siendo fundamental el diagnóstico de ambas, pues son dos pasos sucesivos de la agresión del bacilo al organismo. La infección tuberculosa no presenta síntomas y nunca es contagiosa. El segundo paso, la enfermedad tuberculosa, se suele presentar con síntomas y puede contagiarse por vía aérea a otras personas.

La infección, en ciertas circunstancias, y si no se toma un tratamiento preventivo, puede transformarse en enfermedad. Por eso, tras el descenso conseguido en la incidencia de la enfermedad, se resalta la importancia del estudio de los contactos de la persona enferma, para identificar y tratar no sólo otros enfermos sino los infectados recientes y evitar que desarrollen la enfermedad en un futuro.

Piense en la tuberculosis

Aunque la TB se puede evitar y curar, muchas personas aún padecen esta enfermedad. Cualquiera puede tener la TB y debemos mantener nuestros esfuerzos para detectar y tratar casos de infección latente y los de la enfermedad de TB activa.

Es importante recordar que la TB es una enfermedad que presenta una clínica muy variable y, en ocasiones, muy anodina, siendo la más habitual tos, expectoración y febrícula de predominio vespertino. Sanidad considera fundamental que el profesional sanitario médico, tanto de atención primaria como de atención hospitalaria, piense en esta patología cuando realiza el diagnóstico diferencial de cualquier paciente que presente tos y expectoración de más de tres semanas de evolución, independientemente del origen y condición social de la persona, no explicable por otra causa. Asimismo, toda persona que presente la clínica anterior, debe de consultarlo con su médico.

El tratamiento inicial de un enfermo tuberculoso consiste en la asociación de varios fármacos, y la duración mínima es de seis meses, siendo fundamental asegurar la adherencia al mismo para evitar la aparición de resistencias.

Por otra parte, muchos casos serían evitables si detectaramos y trataramos todas las personas infectadas, de ahí la importancia de que todos los contactos y grupos más vulnerables sigan las instrucciones de las UTB y resto de profesionales sanitarios, en cuanto a la realización de los estudios y a la cumplimentación de los tratamientos indicados.

Somos conscientes de que para conseguir las metas marcadas es indispensable seguir actuando de manera coordinada, sabedores de que logramos avances considerables, pero que hay que seguir trabajando más, mejor y rápidamente para lograr que un programa efectivo como el gallego consiga una mayor calidad, con objetivos más ambiciosos, expandiendo los esfuerzos ya desplegados y buscando fórmulas innovadoras para detener la TB en Galicia.

 

 

Incidencia (por 100.000 habitantes) de enfermedad tuberculosa, TB respiratoria y TB respiratoria bacilífera. Galicia 1996-2016

 

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